Cómo cuidar tu piel en otoño

En esta época del año bajamos la guardia en los cuidados epidérmicos. Pero, en realidad, esta es la estación ideal para reparar los excesos del verano… y para prepararnos para los rigores del frío invernal. Aunque ya no estemos tan expuestos al sol como en plena canícula, no debemos olvidar una serie de rutinas básicas para mantener la piel tersa y luminosa. Conviene recordar que la piel en otoño sufre por los continuos cambios del tiempo. Esta época de transición provoca que unos días haga frío; otros, calor; en ocasiones el viento se vuelve molesto… y las lluvias pueden sucederse con mayor asiduidad. La piel sufre con tanto cambio de temperatura y condiciones atmosféricas. Veamos qué se puede hacer para que sobrelleve tanta variación con el mejor de los aspectos.

Tres trucos básicos

Veamos cómo podemos mimar la piel en otoño para que sortee estos meses en plena forma:

• Limpiar. Utiliza productos de higiene suaves que no alteren la barrera epidérmica. Son muy las aguas micelares para la rutina de belleza. El cutis debe limpiarse mañana y noche para que esté libre de impurezas y pueda ‘respirar’ bien. Y a la hora de lavar el cuerpo, recordemos que no es bueno un exceso de detergente. Al escoger un gel de ducha, es preferible que sea uno poco agresivo con el manto natural de la epidermis.
• Hidratar y nutrir. Escoger un tratamiento adecuado para el tipo de piel y nuestra edad. Debemos buscar un cosmético que mejore la hidrofobicidad de la barrera cutánea, proporcionándole una mayor protección e hidratación.
• Proteger. No olvidemos que debemos seguir protegiendo del sol las partes de nuestro cuerpo que no están tapadas por la ropa. Los rayos solares son nocivos todo el año, por eso conviene tomar precauciones en actividades cotidianas como pasear o practicar deporte al aire libre. Y no sólo eso: hay especialistas que advierten que debemos extremar las precauciones si trabajamos en oficinas soleadas o si conducimos con asiduidad, ya que la radiación ultravioleta puede dañar la piel incluso a través de los cristales.

Salud para la belleza

Lo que ingerimos afecta, ¡y mucho!, al aspecto de nuestra piel. Uno de los mimos más importantes que le puedes hacer a tu cutis es mantenerlo alejado del tabaco. Fumar o estar en ambientes cargados de humo envejece la epidermis y la ‘apaga’. El alcohol también lo puede perjudicar ya que altera la circulación sanguínea. En definitiva, el consumo habitual de alcohol provoca la aparición de lesiones a nivel cutáneo como las conocidas ‘arañas vasculares’ o las poco favorecedoras rojeces. Además, el abuso del alcohol disminuye la producción de colágeno, por lo que el cutis perdería elasticidad, firmeza y luminosidad.

Comer bonito

Para tener una piel sana hay que evitar técnicas culinarias no saludables y eliminar o reducir al máximo los azúcares, los alimentos procesados, los refinados, los fritos o las carnes rojas. Este es el primer paso para que la piel pueda cumplir correctamente una de sus funciones principales: limpiar el organismo. Por eso, para cuidar la piel en otoño conviene aumentar la ingesta de vegetales y frutas ayudará a una mejor digestión y, por lo tanto, a que la piel ‘respire’ mejor. Puedes conocer mejor tu piel a través de los test genéticos de Onegen Lab, así sabrás de forma completamente personalizada qué alimentos te van mejor para iluminar tu rostro… y cuáles te apagan su luminosidad.